El seguro de hogar no es un seguro obligatorio, como el del coche y resto de vehículos a motor, pero es un seguro muy extendido en las sociedades modernas, por la cantidad de problemas que soluciona a la unidad familiar.
Hasta hace pocos años, el seguro de hogar era un seguro de incendios de la vivienda, que incluía también algunos otros riesgos complementarios, como explosión, caída del rayo y efectos secundarios (daños derivados de carbonilla, humo, polvo y vapores).
Poco a poco se fueron añadiendo a este seguro otros riesgos que se consideraron necesarios para dotar a los hogares de una buena cobertura. Se incluyeron fenómenos atmosféricos (viento, pedrisco, nieve, inundación, etc.), daños a las instalaciones y aparatos eléctricos y electrónicos, roturas de cristales y loza sanitaria.
Pero esta acumulación de coberturas siempre se iba quedando desfasada ante los nuevos riesgos que planteaba la sociedad moderna. Por una parte, las viviendas comenzaron a ser verticales, por pisos, no solo en las ciudades grandes sino también en poblaciones medianas y pequeñas. Esto hace que algunos riesgos que afectan a una vivienda pueden afectar a otras que están encima (un incendio o explosión afectará siempre a las viviendas de arriba y, si es muy grave, también a las laterales y a las de abajo), mientras que una rotura de cañería siempre afectará al vecino de abajo.
Por otro lado, en las viviendas modernas hay aparatos y bienes de un valor económico alto, que pueden verse afectados por el robo o el hurto, y por otros daños como los golpes o las mojaduras.
Hay además otro riesgo, que ya hemos apuntado, que con el tiempo ha ido adquiriendo más importancia y es el de la Responsabilidad Civil por daños a terceros. Siempre que nosotros o cualquiera de nuestra unidad familiar haga algún daño a otras personas o a sus bienes, nos veremos obligados a restituir el daño causado. Y si los daños son graves, la indemnización que nos veremos obligados a pagar puede llegar a ser muy importante. Tanto, como que es muy posible que no tengamos patrimonio suficiente para cubrir la indemnización que se nos exija.
Todas estas necesidades de aseguramiento han dado paso a un seguro que incluye todos los riesgos que hemos mencionado más otros, en muchos casos de menor cuantía, pero también necesarios para hacernos la vida más fácil. Así nace el seguro Mutirriesgo del Hogar. Hoy en día está tan extendido que nadie te va a ofrecer ya un seguro de incendios con sus complementarios.
Todas las compañías de seguros han optado por el seguro mutirriesgo del hogar. En él se relacionan las coberturas que incluye, tanto las básicas, que son comunes a todas las pólizas, como las optativas, cuya inclusión queda a la voluntad del asegurado.
Incluso algunas compañías, han llegado a ofrecer el Seguro a Todo Riesgo. En estos seguros no es tan necesario reflejar las coberturas que incluye, ya que cubre todas aquellas que no están expresamente excluidas. Puede parecer que es lo mismo que en el seguro normal de multirriesgo del hogar, pero da un paso más a la hora de evitar la “letra pequeña”, que es la que más temen los asegurados. Sigue siendo un seguro multirriesgo de hogar, pero más amplio.